La plataforma londinense de conciertos secretos que ha echado sus raíces en Córdoba

“Córdoba tiene todos los ingredientes para que Sofar siga operando en la ciudad”, explica Angelo Monaldi (Ancona, Italia, 1988), responsable de la llegada y el anclaje que están teniendo estos conciertos en la capital. Unos conciertos que, sin ser nada novedoso –Monaldi dixit–, sí que tienen varios elementos distintivos, y que se organizan bajo el paraguas de Sofar Sounds, una plataforma nacida en Londres, pero que opera a nivel mundial bajo una premisa simple pero efectiva: conciertos secretos en lugares inesperados.
Monaldi, curador y presentador de Sofar Córdoba, habla con un acento italiano singular, un toque lingüístico que es parte del encanto de esta iniciativa, que llegó en abril de 2024 a la ciudad por su propio impulso, y que hoy parece más que asentada, tras sumar una decena de shows, y haber creado un pequeño ejército de fans acérrimos que buscan, por cualquier medio, lograr estar en todos los conciertos secretos que se celebran.
¿Pero qué es Sofar? Para empezar, hay que aclarar que es un acrónimo que responde a la expresión británica Songs from a room (Canciones desde la habitación). Es una plataforma global que opera en más de 300 ciudades, y que nació buscando conectar a audiencias ávidas de nuevos formatos, con músicos emergentes. A eso se le añade que tiene un canal de Youtube con un millón de seguidores, en el que se van colgando los vídeos que se graban durante los conciertos (normalmente, el último tema de cada recital).
Monaldi, que es responsable en Córdoba de la canaria Asociación Mojo de Caña, precisamente conoció el formato en las islas. Y, cuando se mudó a Córdoba hace cinco años, no tardó en ver que había cancha para que Sofar encestara un triple. Así que se lanzó y solicitó el permiso a las oficinas de la empresa, que tiene sedes en Londres y Nueva York, y, durante casi un año, los convenció email a email de que Córdoba, España (para entonces, ya existía Sofar Córdoba Argentina), tenía potencial de sobra para que el concepto echara raíces.

Córdoba: El Escenario Perfecto para la Intimidad
En este sentido, Angelo dice que Córdoba es una ciudad “perfecta” para esta filosofía por varios motivos, que resume en la gran cantidad de artistas y músicos talentosos que trabajan en la capital y la provincia, sumado a la abundancia de rincones y espacios patrimoniales o con personalidad que se adaptan a la perfección a esta propuesta íntima y peculiar.
A eso le suma otras dos variables no menores: posibilidad de entablar relaciones institucionales de forma más cercana que en una gran ciudad –lo que facilita o ayuda a la supervivencia económica del producto–; y el amor que el público cordobés ha entablado con el concepto casi desde el principio. “El primer concierto, seguramente gracias a que vosotros lo publicasteis en Cordópolis, atrajo más de 900 inscripciones. Y teníamos que seleccionar a 25 personas. Fue una locura. Pero yo ahí vi que Sofar iba a funcionar en Córdoba”, recuerda Monaldi.
Aquel arreón tuvo lugar en abril de 2024. En aquel momento, era un proyecto independiente y autofinanciado. Los primeros tres conciertos que organizó Sofar, que debutó en una librería (Ostin Macho), una barbería (La Barbería de Gorbano) y un patio (el Patio Vesubio), fueron sufragados gracias al trabajo colaborativo y el empuje de una decena de profesionales enamorados del proyecto.
Y la idea cuajó. Sofar Córdoba captó la atención de las entidades con más músculo. La Fundación Cajasur fue la primera entidad privada en apostar por el proyecto, financiando dos ediciones en el Palacio de Viana, ya que entendieron que era una fórmula con la que poder mostrar este espacio a través de canales alternativos, fuera de los circuitos turísticos y culturales habituales.
Con esa misma idea en mente, Monaldi se presentó a las subvenciones destinadas a la internacionalización de la Marca Córdoba que convocó el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec). Y el proyecto fue aceptado. “Supongo que no hay muchas plataformas con un millón de usuarios en Youtube en Córdoba, y eso ha ayudado a que las instituciones perciban el potencial de Sofar”, apunta el curador.

La ayuda, fue, en cualquier caso, un empujón para el equipo, que ha profesionalizado más el concepto. Hoy, con el Sofar número 10 a la vista, son casi una quincena las personas (Monaldi al margen) que trabajan para que todo esté en su sitio. Tres personas de producción (Valentina, Greta y Andri), tres personas en el equipo audiovisual (liderado por Gabriel Carrasco, y con Fernando Sánchez y Rocío Salazar como cámaras), un técnico de sonido (Pedro), un par de fotógrafas (las que firman las fotos de este reportaje) y una curadora (la también artista Ana de la Viña).
Son prácticamente los mismos que empezaron hace algo más de un año. Y eso tiene su punto, ya que, según cuenta Monaldi, muchas de las delegaciones que se abren en ciudades similares a Córdoba, suelen acabar abruptamente cuando no se logra profesionalizar el trabajo del equipo o flaquea la fuerza de voluntad. Él asegura que en Córdoba eso no ocurrirá. “Nosotros vamos a seguir haciendo Sofar aunque no haya patrocinio privado o público detrás”, se compromete.
El secreto es el secretismo
El motor de ese entusiasmo es, en vista de lo hablado, la comunidad que ha logrado crear en tan poco tiempo. “Hay gente que está enganchada a Sofar”, asegura el impulsor, al que le constan personas que se apuntan a los eventos con varias cuentas de correo electrónico para incrementar sus posibilidades en el sorteo, o quienes les hacen llegar la ilusión de haber sido seleccionados con la misma intensidad que si hubieran ganado “el Euromillón”.
Para Monaldi, el secreto del éxito de Sofar en Córdoba es precisamente el secretismo que rodea a Sofar, valga la redundancia. Su reflexión es la siguiente: la incertidumbre sobre el lugar y los artistas crea una noción exclusividad que desafía la lógica actual, en la que el público lo quiere saber todo y, de hecho, tiene toda la información en su mano (en su teléfono). “Sofar les da lo que no pueden tener de forma inmediata”, añade, antes de avanzar que el próximo evento, que tendrá lugar el próximo 4 de julio, será tan exclusivo que solo 15 personas podrán acceder al mismo, dadas las reducidas dimensiones del espacio, un lugar que ni su propio equipo conocía.
Será el último Sofar antes de un break veraniego. En septiembre volverá, completando el número al que está obligado para cumplir la subvención. ¿Y después? Monaldi insiste. Haya o no haya subvención, Sofar va a seguir vinculado a Córdoba y a sus artistas, para quienes tiene las últimas palabras. “A nivel musical, los vídeos de Sofar Córdoba no tienen que envidiar a los de ciudades como Nueva York, Madrid o Londres. Aquí hay un talento increíble”.
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