Errar es humano, decían en Roma, tal vez lo dijo Séneca el joven o el viejo o ninguno o era una frase anónima.
Si decían “errare humanum est”, podría significar que “acertar es de dioses”… Hostia...
Pensaba en esto en estos días en que han abandonado su tránsito terreno el papa Francisco y Pepe Mujica, coetáneos y referentes geopolíticos y morales para mucha gente.
Hay, he escuchado, quien dice que el uruguayo ha sido como un “papa laico” y que Bergoglio ha sido la vuelta al cristianismo primitivo donde todos tenían sitio. Enterramos bien.
“Talk is cheap” es el título de un disco de su satánica majestad Keith Richards, el único vivo, por cierto, de los que salen aquí. Pues eso, hablar por hablar es muy barato.
Debería interesarnos la dimensión realmente humana de tipos como estos, la del tupamaro Mujica, guerrillero, lo que tuvieron que hacer sus manos, que no lo sé.
Y acordarse también de lo que el “bueno” del papa Francesco dijo en el 2015, días después de que dos islamistas irrumpieran en la sede parisina del semanario satírico Charlie Hebdo y se cargaran a doce personas e hirieran a otras cuantas más.
Días después al papa Francesco le preguntaron por esa burrada y Bergoglio resbaló y dijo: “No se puede insultar la fe de los demás. Si un amigo dice una mala palabra de mi mamá, puede esperar un puñetazo ¡Es normal!”
(Un ángel fieramente humano sobrevoló la espalda de Bergoglio y casi le roza los hombros)
Buff. Se equivocó, se pasó dos pueblos, tres rotondas, dos áreas de servicio, un puticlub y dos pistas de frenado para camiones.
Durante años, centurias, los papas y su palabra eran infalibles. Se ve que ya no. También se equivocan.
Hasta yo me equivoco.
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